La construcción de la identidad a través de los recuerdos personales
Desde que somos personas, tenemos distintos tipos de registros con los que guardamos nuestras vivencias. Según nuestra edad, género, contexto, y el valor que le sumamos que lo hace único y particular a cada momento, hacemos del registro, un recuerdo, y son éstos últimos los que moldean nuestra propia identidad.
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~ El olvido del recuerdo ~
Desde chica tengo miedo a olvidar lo vivido. En un
primer momento escribía todo lo que me pasaba, después encontré el medio de
registrar mis vivencias en la fotografía, siempre pendiente de que no se me borre ni el mas mínimo detalle.
Hace 4 años mi abuela, una de las personas más
significantes en mi vida, tuvo un acv que le quitó el habla entre otras cosas,
y es desde aquel momento en el que no puedo recordar ni asociar su voz con
ella. Esto me entristece mucho y me hace tener una negación más grande aún
sobre el olvido. Me di cuenta que estaba tan pendiente en recordar cada momento
vivido a lo largo de mi corta vida que no me detuve a prestarle atención a los
detalles más importantes, que le dan sentido a la persona y la hacen única,
como es la voz.
Esta parte de la instalación va a tratar sobre el
olvido del recuerdo. La negación, el miedo a olvidar.
En esta primer parte de investigación, quise partir con esta vivencia que tuve y tengo con mi abuela, trabajándolo con material de archivo, ya que acostumbrábamos a filmarnos todo el tiempo y es donde mas presente la tengo a mi abuela de antes.
Lo que hice en primer instancia, fue transformar su voz a un sonido parecido al que tengo grabado en mi memoria de aquella noche en la que fui a su casa cuando tuvo el acv. Esa noche la siento grabada en la piel: Suena el teléfono a las 3 a.m. y escucho a mi mamá desesperada diciendo que esa ambulancia estaba yendo a la casa de mi abuela, mientras de fondo escucho el sonido de las sirenas. Llego a su casa, veo todas las puertas abiertas en plena noche, la ambulancia en la puerta, y a uno de los médicos parados en la entrada. Entro con miedo de no saber lo que podía ver, y lo primero que escucho es un sonido totalmente ajeno, extraño, y eso venía de mi abuela, era su voz, su nueva voz que había tomado a mi abuela de antes, y al rato no la escucho mas, me di cuenta que su voz se había ido para siempre.
Desde ese momento que no puedo acordarme de esa tonada mendocina, de mi abuela de toda la vida, lo que la hacía tan única.
Esta primer prueba relata un poco lo que siento.
